Comer la sopa

«¿Cuándo vamos a comer la sopa?», sería una de las expresiones que más pueden sorprender a los extranjeros en Paraguay. Es una interrogante típica que generalmente se hace a las parejas que han formalizado un noviazgo y desde entonces ha transcurrido mucho tiempo.

En realidad, lo que se está preguntando eufemísticamente es: cuándo es que se van a casar. La frase puede ser especialmente incómoda para los novios «calientasillas» que pretenden seguir indefinidamente como pretendiente, sin formalizar nunca un pedido de matrimonio y mucho menos una fecha para tal efecto.

Una de las tradiciones más típicas en Paraguay es que en las ceremonias matrimoniales el banquete incluye sí o sí la famosa sopa paraguaya, que es sólida y no es la sopa como tal, que se conoce en otras latitudes. Como es de imaginar, la persona que lanza la interrogante lo que menos quiere saber realmente si habrá o no sopa en el menú del casamiento.

Las tías, las vecinas, las amigas y otros allegados de la pareja son las que más frecuentemente lanzan la quemante pregunta de: «¿Y después? ¿cuándo lo que vamos a comer la sopa?».

Antes de la interrogante sobre la sopa, es probable que el novio haya recibido una consulta inquisitoria relacionada todavía más impactante, probablemente de parte del suegro: «¿Y cuáles son sus intenciones con mi hija?»

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