”Luneiterei” se traduce como “es demasiado lunes”. Este argumento que sirve para casi todo a la hora de excusarse para no trabajar. Por ejemplo si es “muy lunes”, cómo te vas a esforzar tanto, por qué harías un sumo esfuerzo por nada, para qué te levantarías temprano etc.
De hecho, es el día de mayor ausentismo laboral en el país. Debemos santificar las fiestas y estamos hablando de un día que le sigue al domingo, nada menos. El caso es que no termina ahí.
La misma excusa puede usarse para prácticamente todos los demás días de la semana. Al día siguiente se podrá alegar que es «muy martes».
Luego, que es «demasiado miércoles», una hermosa mitad de la semana que como tal debería respetarse. Después ya será «muy jueves» (o como muchos dicen «juernes»; es decir, mitad jueves-mitad viernes).
A continuación, puede ser ya demasiado viernes para esforzarse tanto y después ya será muy sábado.
La escasa predisposición para el trabajo al inicio de la actividad semanal se refleja también en otra expresión muy popular: “lunero” (lunes amargo). O bien simplemente: “lúne jeyma” (otra vez lunes).