«Nda’ipóri apuro, he’i kure mboguataha» significa: no hay apuro, dice el que hace caminar al chancho. Trasladar a los cerdos de un lugar a otro tiene sus bemoles y -sobre todo- requiere gran paciencia. Este refrán usa ese comportamiento de los porcinos para abogar por la vida sin apuros.
Existen otras numerosas expresiones paraguayas en el mismo sentido. Por ejemplo: «mbegue katu mbói jo’ope» (lentamente, como la víbora cava su agujero en la tierra). O bien ”Ojapuráva’ekue opytapáma va’ekue Boquerónpe” (Los que se apuraron ya se quedaron todos en Boquerón, durante la guerra del Chaco).
O bien «apúrope ni tembo nahatâi» (a los apuros, ni el pene se endurece), «apúrope, ni mbaipy nahatâi» o bien «apúrope, jakare jepe ojahoga» (en el apuro, hasta el cocodrilo se ahoga). Otra frase dice: «apúrope ñakyrâ jepe hesarái ipurahéigui» (en la urgencia, hasta la cigarra olvida su canto).
También está la frase: «nde apurado ñaimo’â tye de madrugada» (sos apurado, le parecés a alguien que padece diarrea a la madrugada). O también: «¿rehejapio nde kamby tatápe mba’e?» (¿acaso dejaste la leche en el fuego).