En Paraguay, se refiere a los dientes postizos móviles. Abundan los dichos sobre el paladar. «Ani chembopuka, he’i aipo ipaladar oempeña vaekue» (No me hagas reir, dice el que dejó prendado sus dientes postizos).
También es muy común la expresión que compara a los dientes móviles con el amante: “Paladar ha sombrero ipyahu ajánte ndestorba; upéi nemongaru” (los cuernos y el paladar solo molestan al principio; luego te ayudan a comer”. También hay alusiones al «paladar pyahu» (nuevo).
Nótese en este doble sentido la idea implícita de que supuestamente el amante -a la larga, transcurrido el malestar inicial- debe asumir una ayuda económica a favor no solo de la mujer ajena, sino por extensión al marido de la misma.