“Tercer tiempo” es habitualmente el tiempo de festejar y brindar con alcohol, al término de los encuentros deportivos de aficionados que se realizan entre vecinos, compañeros o amigos.
La explicación es sencilla: como el partido suele constar de dos tiempos, se ha inventado la denominación “tercer tiempo” para el ritual comunitario que le sigue.
Sea fútbol, volley o pikiboli, estos juegos acaban normalmente en tragos en la mayoría de las veces. Baste agregar que el tercer tiempo suele ser el más largo que los dos anteriores.
En muchos casos, los dos primeros tiempos son solo una excusa para el tercero. Porque en la práctica los atletas aficionados de los barrios organizan estos encuentros para compartir e independiente de los triunfos y las derrotas todos pueden festejar después con alguna ronda, generalmente de “ceecita”.