«Trato apu’a» se traduce literalmente como acuerdo redondo; habitualmente se refiere a un arreglo de modo verbal, sin documentos, generalmente con transfondo sospechoso.
La frase se popularizó en el ámbito político a partir de una conversación de un senador que fue grabado negociando. Fue una compra de cédulas y votos en el interior de Paraguay. Ver también «trato kure».
Ya hubo varios escándalos similares, inclusive con grabaciones en video y denuncias públicas, pero prácticamente no se conocen casos de castigos por estas prácticas nefastas. En Paraguay, las trampas electorales son casi una institución e incluso hubo varios casos de confesiones públicas en que las cosas quedaron totalmente impunes.