En el uso paraguayo, la palabra se acentúa en la última sílaba: «sandiá». Esta fruta, anunciada cada fin de año por miles de cigarras («ñakyra») tiene varios usos en el lenguaje cotidiano, incluyendo refranes populares («ñe’enga»).
Por ejemplo: «opurahéiva ha sandia pire ojovaremante omañava’era». Los que cantan y la piel de la sandía seguramente se van a mirar a la cara.
Por otra parte, se denomina «sandia yvyguy» a los jóvenes llamados para ir a la guerra que permanecían ocultos bajo tierra, en los antiguos aljibes de agua.
«Morena ha kuña nanembohasýiro tuicha nemonguaru», es otro dicho usado en el interior del Paraguay, pero tiene una connotación machista.