Quiere decir literalmente mi caballo. Pero significa mi candidato, mi apuesta, mi crédito; en suma, el que yo creo que va a ganar. Se usa mucho en relación a cualquier cuestión electoral, sea en la política local, nacional o incluso en relación a comisiones barriales, etc.
Iguamente, está la expresión «kavaju porâ», que es similar, pero significa «caballo bueno». Tener este tipo de equinos garantiza triunfar en una carrera e incluso en el ámbito de la administración pública. Aquí es importante tener ese «kavaju porâ» que te garantice el nombramiento y/o cualquier privilegio que reporte ese cargo.
A veces se consigue un sostén débil, en cuyo caso es un «kavaju piru» (caballo flaco, débil, sin influencia), En cambio, si tenés un buen caballo, con certeza, te conseguirá ese aumento o los jugosos viáticos, cupos de combustibles, etc. «Tojehecha ikavaju peteîva» (que se vea el que tiene un solo candidato), es, por otra parte, una expresión usada en política, donde generalmente se recomienda jugar a dos puntas; es decir… tener más de un caballo.
Pero a veces sucede que tu caballo cae en desgracia. Entonces, si estás en la administración pública corrés riesgo de ser destinado al famoso «freezer» o en el peor de los casos al temido «Alcatraz». En los casos más graves, por ejemplo, altos cargos públicos o políticos, el destino puede ser peor: parar en el «Hilton» (cárcel de Tacumbú).
Por otra parte también se suele decir «che gallo» (mi gallo), cuando se quiere enfatizar la apuesta que tiene la persona. «¡Ha che gallo!», se usa en tono de orgullo, en ese sentido.
No obstante, por otra parte, el termino «gallo» se usa en contextos que resaltan el machismo por el la figura poligámica del ave que tiene muchas gallinas a su disposición. Es decir, si «fulano es muy gallo», se da a entender que se relaciona con diversas mujeres.
En otro artículo de este diccionario explicamos el tema del caballo de comisario, (o comisario kavaju) es un concepto parecido.