«Hurón’i» quiere decir pequeño hurón, que es un mamífero con un olor fuertísimo. Hay una serie de expresiones que se aplican a las personas hediondas en Paraguay.
Por ejemplo, «neneco» es un juego de palabras que también significa mal olor.
Igualmente, el «kati» (la catinga) está muy presente en las conversaciones cotidianas. Se establecen una serie de comparaciones.
Así, se podrá decir que una persona «ikatîve karava mácho-gui» (tiene más catinga que un macho cabrío); «ikatîve aguara’igui» (tiene peor hedor que el zorrillo), «ikatîve mba’embogui» (más catingudo que vaya a saber qué), «ikatîve mykurégui» (huele peor que la sariguela), “ikatîve kurégui” (con más hedor que el cerdo) o el conocido «ikatîve Kénchogui» (tiene peor olor que Kencho).
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Falta «hurrerito, hurrero»:
Dícese de aquel activista político muy apasionado por su trabajo a tal punto que acepta hacer cualquier cosa, hasta denigrante y de vergüenza ajena, con tal de obtener un puesto dado por el candidato.