«Maestra ména» se traduce como esposo de maestra. Sucede que los maridos de las profesoras tienen fama de no ser muy agraciados intelectualmente.
La frase completa, que en realidad tiene una gran carga discriminativa es: «mba’e tavy maestra ména» (ignorante como marido de docente).
Otro prejuicio asociado frecuentemente a estos consortes de las docentes es la creencia de que no trabajan y son mantenidos por sus esposas mientras ellos se dedican a los cuidados del hogar.
Un compositor, Efigenio Ojeda, de Paraguarí, compuso durante la pandemia, una canción donde relataba la historia del marido de una docente que ya no podía salir a compartir con sus amigos porque su esposa estaba dando clases virtuales.
“El trabajo del ‘maestra ména’ es recibir órdenes nomás. Andás bien pero tenés que obedecer”, sostuvo el artista, al comentar su canción.
Por otra parte, el creador de un sitio dedicado a los «maestra mena» resalta su «rol fundamental para el crecimiento educativo e intelectual del Paraguay» y afirma contundentemente que: «Paraguay no podría existir si no existieran los maestra mena».
También hay un dicho que alude al mismo tema: «Por su puesto, he’i maestra ména». Es un juego de palabras que reproduce la misma idea del supuesto interés económico que mueve a los varones que se emparejan con docentes.