Quiere decir “mandioca con agua”, que es una mezcla de lo más insulsa, sin sal, sin una pizca de gracia. Alguien que se ha ganado fama de tener esta triste cualidad difícilmente podrá despegarse del adjetivo. Ejemplo: “El candidato Ramón es mandi’o ýre”, es un cargo muy difícil de levantar. Si uno gana fama de ser desabrido generalmente ya se queda con ese mote.