«Ndaha’éi pohâ ro’ysâ» significa literalmente: no es remedio refrescante. Cuando se aplica a una persona quiere decir que la persona no es inofensiva, sino todo lo contrario. Es alguien de quien hay que cuidarse. Absolutamente no es de confianza.
Se trata de una calificación moral bastante amplia. Puede ser una persona mentirosa, estafadora o tramposa; si vamos a tratar con ella, debemos tener todas las luces encendidas para no caer bajo sus engaños.
Pero también se puede aplicar como adjetivo a las personas infieles o promiscuas. «Ndaha’éi pohâ ro’ysâ» se asemeja a la expresión castellana que dice: «Es una buena mandarina». Esta se aplica a las personas astutas, pícaras o de cuidado.
Son numerosas las frases que tienen un inicio similar, por ejemplo: «ndaha’éi balita ára».