«Trato pajagua» (se pronuncia payaguá) es un compromiso que las partes en realidad no están dispuestas a cumplir. Un trato con doblez. Otra expresión muy conocida es: «trato kure».
En la explicación del escritor Helio Vera, en el «trato payaguá», en el fondo de su corazón una de las partes no tiene planes de cumplir lo acordado. Entonces «acepta cínicamente que el otro cumpla su parte, pero cuando llega su turno empiezan a llover las justificaciones que le impiden cumplir».
El origen del «trato payaguá» se remonta a la época del explorador Juan de Ayolas (1510-1538), cuando el citado español y sus acompañantes que buscaban el camino de la Sierra del Plata (Bolivia y Perú) fueron muertos por los «fieles guaicuru». El periodista Caio Scavone afirma que esa traición de los nativos dio pie al uso de la expresión.
La regla del «trato payaguá» es la desconfianza generalizada, señala Scavone, «y los acuerdos que se firman no son de cuerdos, la firma no es firme, el pacto se borra en el acto y el contrato solo dura un rato».