«Ikangyve mbarakaja repynógui» se traduce como: más suave que el pedo del gato. Pero el refrán no solo se vale del felino. Del mismo modo, otra construcción dice: «ikangyve jagua nambígui» (más débil que oreja de perro).
Asimismo, se suele escuchar: «ikangyve te de manzaníllagui» (más débil que el té de manzanillas), «che kangyve té de naránjagui» (más débil que el té de naranja), «che kangyve tuja gurágui» (más débil que miembro viril de anciano), etc.