«Yacaré» se denomina al amante que entra de manera furtiva junto a su amada, habitualmente en horas de la noche. La figura del caimán es sumamente popular en el Paraguay con esta connotación sexual. «Fulano se fue de yacaré» o «a Mengana su novio le entró en yacaré», son algunas de las formas frecuentes de uso.
Cuando el reptil humano es descubierto entrando en la casa de su amada generalmente puede recibir algún escarmiento por parte de los generalmente celosos padres de ella. También suele ser motivo de gran escándalo en la comunidad.
Pero el «yacaré» no solo incluye a los novios que se ponen de acuerdo para los encuentros íntimos a escondidas. También se aplica el término a relaciones extramaritales donde alguna señora casada recibe a su amante furtivamente en ausencia del marido, por ejemplo. En ese caso el yacaré es el «sombrero» (o cuerno).
El grupo Kchiporros ha popularizado una canción que trata de este amante secreto. «El que trepa tu porton para estar con vos/ Yo solo soy el yacare/Yo solo soy el yacare/Porque a mi nadie me ve», dice parte del tema.
Hay que señalar que tradicionalmente el «yacaré» ha sido masculino. Sin embargo, en los últimos tiempos también han empezado a surgir historias de mujeres que «entraban de yacaré» a sus amados.