«Ka’u argel» es el borracho que se descompone y se vuelve insoportable. Probablemente es uno de los fenómenos más desagradables. Los dueños de bares suelen lidiar con clientes alcoholizados que son especialmente difíciles de tratar.
Los borrachos pesados acuñaron una gran cantidad de expresiones características de uso cotidiano en Paraguay. «Che rehe ere» (estás diciendo por mí) es una acusación que lanza el beodo solamente porque se le antojó que alguien aludió a su persona. Y no hay modo de convencerle de que nadie se refirió a él.
El borracho pesado cree saber todo; no es posible decirle nada. «Che aikuapa voi» (yo se todo luego), repetirá hasta el infinito, hartando a todos alrededor. Y cuando intentan irse a casa sucede lo que dice este refrán: «ipukuve oka’úva despedídagui» (mas largo que despedida de borracho). Por algo otro refrán les describe así: «Oka’uva ndaha’éi gente» (los borrachos no son gente).
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