«Kele’e» significa zalamería, adulonería que se practica para congraciarse generalmente con los superiores jerárquicos a cambio de favores. Es una costumbre criticada pero muy frecuente en Paraguay, principalmente en la política, así como en todo tipo de organizaciones.
El que quiere hacer «mongele’e» a alguien apela a resaltar cualquier aspecto del ego de su jefe o del poderoso de turno. En algunos casos, el juru he’ê (boca endulzada; es decir, el lisonjero) se dirige a la capacidad económica del sujeto: «Oje’e nderehe nde plata hetaha» (se dice que tenés mucho dinero).
Otro argumento frecuente, señala el escritor Helio Vera, se enfoca a las cualidades de conquistador del objetivo del «kele’e». Entonces se le dirá: «Oje’e nderehe ne kuña hetaha» (se dice de vos que tenés muchas mujeres). Otros adulones pueden decir: «nde mante ikatu rejapo» (solo vos podés hacerlo) o bien «ndéngo la remandáva» (vos sos el que manda), etc.
No siempre el «kele’e» tiene un objetivo inmediato. A veces incluso se practica con personas que aún no son poderosas, pero demuestran potencial de llegar a altos cargos, por ejemplo. Es una estrategia de sobrevivencia de larga data que no parece que vaya a desaparecer en el corto plazo.
La polca kele’e fue muy popular por ejemplo durante la dictadura. Muchos artistas componían y cantaban loas al todopoderoso del país. De igual modo, también hubo libros kele’e que hablaban maravillas del régimen, periodistas kele’e que escribían a favor del dictador y hasta deportistas kele’e, que dedicaban sus triunfos a Stroessner.