“Katî” es catinga. Y se suele decir “katî nero” cuando es catinga en sumo grado. Ne= quiere decir mal olor; ro= amargo. Es fácil deducir el olor superlativamente desagradable que refleja esta expresión guaraní. Otra exageración habitual es: «katî nevu».
Un hombre con esos olores corporales será llamado “arriero katî” y la mujer con el mismo problema es “kuña katî”.
Además, se pueden utilizar varias de las frases paraguayas más utilizadas para dramatizar o enfatizar un hecho, como «ikatî formal», «ikatîve Kénchogui», «ikatî eterei», etc.
A menudo, la catinga se atribuye a los extranjeros, así como abundan alusiones a los «rubio katî» (rubios catingudos).
Antes de la masificación de los desodorantes industriales las personas usaban el popular “tanimbu” (ceniza) o el limón para neutralizar tales hedores. Incluso era frecuente mezclar ambos ingredientes, lo que creaba el folclórico “tanimón”; es decir, un desodorante hecho de tanimbu+limón.