«Profesor taxi» o «profesora taxi» es la denominación coloquial que recibe el docente que enseña en varias instituciones, generalmente por horas-cátedra.
Por este motivo, debe recorrer de un lado para otro durante el transcurso del día, igual que el taxi. Además de perder mucho tiempo en los traslados, puede alcanzar a duras penas el salario mínimo legal.
Frecuentemente, este tipo de docentes debe realizar otras actividades complementarias y distintas a la enseñanza para completar su presupuesto.
La expresión es utilizada en Paraguay, Argentina y otros países para señalar la precariedad de la enseñanza.
Los profesores taxi no solo va de una institución a otra sino inclusive enseñan «hasta en 10 o más establecimientos» educativos, por razones ajenas a su voluntad.
Otra clasificación coloquial que reciben algunos docentes y un fenómeno que también refleja las deficiencias educativas es la denominación «maestro vakara’y» (profesor ternero). Estos son los que enseñan sin tener el título oficial como egresado de la carrera docente.
Por las necesidades que hay en numeros poblados, sobre todo los más alejados de las ciudades, muchos alumnos que solo terminaron el bachiller se abocan a la enseñanza en las escuelas rurales. Estos reciben el apelativo de maestro o maestra vakara’y.