No solo en Paraguay persisten polémicos homenajes a Stroessner, sobre todo cada 3 de noviembre. En Guaratuba hay controversia sobre una plaza al que le pusieron el nombre del exdictador. Una serie de la red Globo recrea una historia satánica que se relaciona con la mansión de Stroessner en dicha ciudad turística.
Una ley del 8 de abril de 1980 del prefecto de Guaratuba (Paraná, Brasil) crea controversia cuatro décadas después: La vereadora (edil) Paulina Muniz, del Partido de los Trabajadores (PT) planteó sacar el nombre de Alfredo Stroessner a la plaza local y que se llame en adelante: “Plaza de los Paraguayos”.
El predio ubicado a escasos metros de la famosa “mansión Stroessner” de la ciudad turística ya no tiene actualmente la placa en homenaje al exdictador, pero aún conserva una inscripción de un agradecimiento de la Armada de Paraguay por la distinción.
La iniciativa de la vereadora Muniz fue presentada el 28 julio del 2020, pero no se trató. Para el historiador Paulo Renato da Silva es entendible que en el contexto de los años 80 haya habido tal homenaje al dictador. “Pero -advierte- lo difícil es aceptar que este aprecio continúe”.
El académico, entrevistado el 20 de octubre del 2021 en PodParaná, de al red Globo, criticó que Guaratuba siga teniendo una plaza con ese nombre “a pesar de las iniciativas para cambiarla. Me parece (hoy) una oportunidad para darle un nuevo significado a esa cuadra”. Da Silva es profesor de , de la Universidad Federal de la Integración Latinoamericana (UNILA).
Otros lugareños resaltan la figura de Stroessner en la ciudad, porque supuestamente posibililtó avances y atrajo más turistas paraguayos. “El aeropuerto fue construido prácticamente a causa de él”, opinó el taxista Teodoro Bertoldi.
«Lo más grave: la pedofilia»
La vereadora Muniz argumenta en duros términos su pedido para sacar el nombre de Stroessner a la plaza guaratubana. “¿Cómo vamos a homenajear a un hombre que fue reconocidamente un dictador de su país y que viene siendo acusado (con base a evidencias claras) de involucramiento en narcotráfico, persecución a opositores políticos y –lo más grave- el hecho más evidenciado: pedofilia”.
Agrega que desde 1970 existen denuncias sobre el comportamiento criminal de Stroessner y que las investigaciones más profundas comenzaron en los últimos 5 años. Menciona el documental “Calle del Silencio” (2017), dirigido por José Elizeche, que mostró evidencias de los abusos sexuales contra numerosas niñas por parte del dictador y sus cercanos.
Cambiar el nombre del lugar público y ponerle el nombre “Plaza de los Paraguayos” tiene la intención de “crear una conexión con el pueblo paraguayo que históricamente frecuente las playas de Guaratuba y también oficializar el nombre popular local”, agrega la vereadora en su proyecto de ley de 4 artículos.
El exdictador estuvo dos meses en Guaratuba. Pero el gobierno brasileño consideró que no podía permanecer en una localidad relativamente cercana al Paraguay. Por ese motivo finalmente se fijó Brasilia como refugio.
Magia negra, brujas y torturas en la mansión
La mansión de Stroessner es prácticamente un símbolo en Guaratuba e incluso muchos turistas se sacan fotos en frente. Pero parece que las historias de horror siguen la ruta de Stroessner. Tanto es así que la residencia aparece en la investigación de un impactante episodio criminal llamado Caso Evandro, ocurrido en 1992.
Se trata de un ritual de magia negra durante la cual una mujer y su hija, conocidas como “las brujas de Guaratuba” supuestamente asesinan al niño Evandro, de 6 años. Ambas mujeres relataron haber sido torturadas en la mansión Stroessner para declararse culpables. Fueron condenadas, pero luego el fallo se anuló. El caso se relata en una miniserie de Globoplay.
Stroessner llegó a Guaratuba el jueves 20 de febrero de 1989 en un helicóptero de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB). Arribó proveniente de Paranaguá, en medio de una nube de periodistas que hicieron guardia durante una semana seguidas frente a la mansión. Stroessner estaba acompañado de su hijo Gustavo y su nuera Pachi Heikel.
Un informe confidencial de la policía brasileña refiere las dificultades que tuvieron los agentes para resguardar a los nuevos vecinos. Hubo problema sobre todo porque no daban ninguna información de lo que planeaban hacer, ni nada. Tres efectivos de la Policía Federal hacían guardias en el lugar, rotando cada 24 horas.
Así, una semana después de la llegada, llegó a la mansión una misteriosa camioneta “kombi”. De su nterior bajaron una maleta Samsonite cargado con billetes equivalentes a 20.000 dólares, cambiados en la ciudad. Antes, Gustavo había intentado sin éxito cambiar 100 mil dólares, pero ninguna casa de cambio local tenía esa cantidad de dinero, refiere ProjetoHumanos.