Hijo del burro; es decir, el burro pequeño. Se considera que el jumento solo es simpático cuando nace recién; cuando crece ya se va afeando. Así como en otros países, los refranes populares tratan muy mal al burro en Paraguay.
En general, se considera que es un animal muy terco, tonto y feo. No obstante, cuando es recién nacido puede ser simpático y hasta elegante: «Ichúkove vúrro ra’y ensilládogui» (es más elegante que un pequeño burro ensillado).