«Provisorio-eterno» es una expresión usada en Paraguay para referirse a una solución improvisada supuestamente de manera pasajera, pero todos saben implícitamente que va a quedar así indefinidamente.
Se trata de una categoría temporal especial para reflejar la actitud de indolencia que suelen tener las personas. Esto, aunque frecuentemente se pretende presentarla como muestra de ingenio o creatividad ante las dificultades de la vida.
La frase «provisorio-eterno», que parecería contener una contradicción evidente, está en la misma línea que la consabida «péichante» (así nomás), «ovaléma» (ya es suficiente), «ya da ya» o «vai vai« (mal que mal), entre otros dichos muy comunes de los paraguayos.
Por ejemplo, la reparación a medias de cualquier problema casero como una gotera podría consistir en la colocación de un pedazo de hule para salir de la situación en ese momento; pero luego no se buscará un arreglo definitivo con algún profesional. Entonces, el precario plástico se convertirá en el «provisorio eterno» para esa casa.
Pero al parecer esta actitud no es exclusiva de los paraguayos; así, por ejemplo, en el vecino país, Argentina está muy difundida la cultura de «lo atamo con alambre», como canta Ignacio Copani.