«Oka’úva rerekua» es el cuidador de borrachos. Generalmente es el compañero de farra que se encarga de conducir al que ha sido afectado más gravemente por los efectos del alcohol. Esta función tiene sus bemoles. Por un lado, el borracho no solo pierde el control de sus movimientos. Pero demás generalmente se vuelve irascible (ka’u argel) y hasta violento.
Con la entrada en vigor de controles a conductores alcoholizados en Paraguay, se puede afirmar que el «oka’úva rerekua» se ha modernizado. Es así que se ha creado el concepto de «conductor designado». Este habitualmente es el compañero que deberá mantenerse abstemio durante esa noche para garantizar el regreso sin riesgos de los farristas.
La expresión posiblemente es una derivación de «mita rerekua» (niñero o cuidador de niños). Del mismo modo, también se dice «tuja rerekua» (cuidador de viejos) o «guaigui rerekua» (cuidador de viejas), «mymba rerekua» (cuidador de animales), «hasýva rerekua» (enfermero o enfermera).
Se aplica también a los santos, dado que conforme a la creencia popular, cada uno tiene su especialidad. Por ejemplo, se dice que el Señor San Blas es «ahy’o rerekua» (cuidador de la garganta), San Cayetano es «mba’apohára rerekua» (cuidador o patrono del trabajo), Santa Cecilia, purahéihara rerekua (patrona de los músicos), San Antonio, ojohayhúva rerekua (el protector de los enamorados), San Ramón, hyeguasúva ha imemby ramóva rerekua (protector de las embarazadas y las parturientas).