Es el albañil principiante. Generalmente se refiere al albañil paraguayo que ya dejó el rango de “ayudante” pero que aún no llega a ser “oficial”. El siguiente rango ya sería el de «contratista» o, en su caso, el arquitecto o ingeniero.
«Media cuchara» es alguien que maneja los rudimentos básicos del oficio para colocar ladrillos y realizar una serie de trabajos en una obra pero normalmente no puede aún trabajar sin la supervisión de alguien más experimentado.
La “cuchara” es el elemento indispensable en la albañilería y obviamente no se relaciona con la gastronomía. Es la herramienta que se usa para colocar la «mezcla».
Entonces, la persona que es “media cuchara” se supone que está a mitad de camino de convertirse en un profesional 100% y mientras aprende más de la profesión deberá seguir a cargo de un «oficial».
La jerga de los albañiles es bastante amplia. El escritor Mario Castells, rosarino pero descendiente de paraguayos, escribió «Diario de un albañil», donde relata sus vivencias en las obras en Argentina, donde abundan las descripciones referidas al oficio.