Literalmente signfica “sudor de perro” y es una de las frases más utilizadas por los paraguayos a pesar de que a primera vista parece bastante absurda. Generalmente para descalficar a alguien o algo que se considera totalmente insignificante.
Para mayor énfasis, suele estar acompañada por los diversos superlativos comunes en el país (jagua ry’ai eterei, jagua ry’ai nde’áva, etc.)
Por lo demás y para agregar un elemento más raro al tema, debemos considerar que los perros realmente no sudan. No obstante, en Paraguay cualquier cosa puede pasar a la categoría de jagua ry’ai: un tema, una persona, una causa, un evento que no tienen ninguna significación; hasta un varón que fracasa en su intento de cortejar a una dama puede pasar a convertirse en jagua ry’ái en la conversación de sus amigos. La expresión no tiene género; es decir, se aplica indistintamente a hombres y mujeres.