«Amenazo» se dice cuando el tiempo muestra señales de lluvia o tormenta inminente. El poeta Emiliano R. Fernandez recoge este término muy popular en su tema «Pyhare amangýpe» (anochecer bajo la lluvia) «Amenazorô pyhare, che ranchoguýpe aguapy, ajapysaka mombyry, ahendu opa mba’e» (con el mal tiempo, me senté en mi rancho, presté oídos y escuché muchas cosas).
A modo de curiosidad, señalemos que -al igual que «amenazo»- en el uso cotidiano paraguayo varias palabras cambian de género. Por ejemplo: tambor pasa a ser «tambora»; sinvergüenza se convierte en «sinvergüenzo»; en vez de ayuda decimos ayudo; la hermana menor es «la menora», la mayor es «la mayora» y así por el estilo.