«Madama» se denomina a la mujer que regentea un recinto de sexo pagado. La palabra originada en Francia también se aplica a las prostitutas en otros paises.
Sin embargo, en Paraguay la expresión es aplicada generalmente solo a la matrona o «caficha» encargada de presentar mujeres a los clientes que visitan las casas del comercio sexual.
Estas mujeres llegan a ser legendarias en distintas épocas y lugares. El escritor Bernardo Neri Farina, en su obra «El último Supremo» resume las «madamas» que manejaban el negocio durante el stronismo.
Era común que las mismas fueran ampliamente conocidas solo por sus nombres y el tratamiento de «ña», que es la forma paraguaya de decir doña. Por ejemplo «Ña Asu», que fue una de las más emblemáticas en Asunción.
Por otra parte, el escritor Augusto Roa Bastos, premio Cervantes en 1989, escribió la obra «Madama Sui«, donde relata la historia de una mujer que en teoría fue amante del dictador Stroessner y cuya historia fue tomada «del natural», según el propio autor.