En Paraguay se le dice «pecheador» o «pechero» al pedigueño. Se trata de la persona que frecuentemente recurre a los “pechazos” o “pecheos”; generalmente pide dinero y tiene la costumbre de no devolver. Pero se usa para todo tipo de pedidos.
En el mundo del vicio, por ejemplo, es frecuente el «pecheo» de cigarrillos, así como también en el trago. O bien, «pechean» yerba para el mate o el tereré.
Estos «pecheadores» también suelen ser denominados «piratas» en los círculos de amigos, lugares de trabajo, etc. Una expresión similar es «juru akua» (boca puntiaguda); son personas muy pediguieñas.
También hay casos en que los funcionarios públicos «pechean»; es decir, piden «extras» o «coimisiones» (coimas) para «aceitar» la maquinaria. En otras palabas, se trata de la antigua práctica de poner dificultades (exigencias burocráticas) para vender facilidades.