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Cuentero» o «cuentera» no se debe confundir con cuentista. El/la cuentero/a es en realidad una persona aficionada a los chismes, que no puede guardar ningún secreto; sí o sí se siente tentado a difundirlo.
Ante la difusión de un secreto, el afectado podría decir: «ndofaltái la cuentero» (no falta el chismoso). O podrá protestar contra algún «jagua’i cuentero» (perrito chusma).
Los dichos populares son especialmente duros con los varones inclinados al chusmerío. «Kuña’i» (mujercita), mujerín y «arriero tatu guasu» (hombre de vagina grande), son algunos de los términos que se les aplica.
Aparte, a las personas chismosas en general -sin importar que sean varones o mujeres- se les suele decir: «juru my’ýi», «juru pepita», «ñe’erei», etc.
Una conocida polca, por ejemplo, se queja de la vecindad de su amada diciendo: «falsamente che cuenteá», lo que se entiende como: contaron mentiras respecto a mi persona.