Arribeño.
Para la Real Academia significa venido de tierras altas, pero en Paraguay es sinónimo de cualquier persona que llega del exterior de una comunidad, no importa la altura de su proveniencia. Según los refranes populares, el arribeño generalmente es digno de toda desconfianza, no hay que darle crédito. “Arribeño ha jagua arriero ohohápente ovy’a” (el forastero, igual que un perro sin dueño, donde se va nomás está contento). Otro ñe’enga dice: “arribeño mante oñakarama va’era la bandídare” (solo el forastero se agarra de la bandida).