«Tambora» es una forma común de referirse al tambor en Paraguay. En realidad, existen varios términos a los que en el lenguaje cotidiano se les cambian los géneros.
Del mismo modo que al contrato se le dice «contrata» y que a la hermana menor nos referimos como «la menora» y a la más grande llamamos «la mayora». Siguiendo con los cambios de género, también decimos «sinvergüenzo» cuando el sindicado es de sexo masculino.
Además, en vez de pedir ayuda, preferimos solicitar «ayudo» o «ayudomi» (mi= pequeño/a). También es frecuente escuchar que las mamás o las tías llaman «serpienta» a las niñas desobedientes.