«Alhaja» en el uso coloquial paraguayo significa persona de poco valor, inútil o inservible. Se refiere frecuentemente a haraganes y/o viciosos. Los paraguayos tienen a éste término entre los sarcasmos favoritos.
Se aplica tanto al entorno cercano como a la política, a las autoridades y en general a distintos ámbitos. Igualmente, alcanza a hombres y mujeres.
Por ejemplo, se suele escuchar en la frase “ména alhaja” (marido que no sirve para nada), «ta’yra alhaja» (hijo despreciable) y “tembireko alhaja” (esposa de escaso valor). Otros usos habituales incluyen: «arriero alhaja», «kuña alhaja» (kuña=mujer), «chíko alhaja» (chíko=novio).
Así también: «chíka alhaja» (chica=novia) o «memby alhaja» (memby=hijo/a). «candidato alhaja», «presidente alhaja». Igualmente es posible usar en el deporte, por ejemplo: «técnico alhaja», «arquero alhaja», «réfere alhaja», etc.
Sin embargo, para el diccionario oficial del castellano, alhaja se refiere a adornos de metales preciosos o cosa de mucho valor o estima. También significa «persona, animal o cosa de excelentes cualidades», según la RAE.
Lo que sí registra la Real Academia Española como uso aproximadamente similar al paraguayo es la expresión irónica: «buena alhaja». Significa «persona pícara, viciosa, o astuta, avisada y traviesa».
En el uso cotidiano se parece al término «carruaje», que tiene una connotación muy similar.